Ekain
La cueva de Ekain es uno de los yacimientos más grandes y ricos en arte rupestre; y junto con Lascaux, Niaux y Altamira, es uno de los mejores santuarios prehistóricos existentes del Magdaleniense (15.000-12.000 a.C.). Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008, la cueva está cerrada al público y su custodia corre a cargo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. En octubre de 2016, el Gobierno vasco ha digitalizado el interior de la cueva y ahora contamos con la oportunidad de visitarla desde cualquier esquina del mundo.
Descubrimiento
Situación
La cueva y las imágenes
Patrimonio mundial de la Humanidad
Ekainberri-Réplica de la cueva de Ekain
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Descubrimiento
Ekain fue descubierta por dos miembros del grupo Antxieta, Andoni Albizuri y Rafael Rezábal, en el ámbito de trabajos de exploración espeleológica y arqueológica. De hecho, durante la primavera de 1969 Andoni y Rafael, con otros miembros del grupo Antxieta, se dedicaron a prospectar la zona del macizo calizo de Izarraitz. Uno de los días regresaron por el torrente de Goltzibar hacia Zestoa, donde les llamó poderosamente la atención el caserío de Sastarrain y sus alrededores; quedaron impresionados por su situación entre dos regatas, la abundancia de agua y las condiciones favorables que mostraba para la habitación prehistórica.
El 1 de junio los dos amigos se dirigieron al caserío citado y preguntaron a la señora de la casa si en las colinas que veían en frente y en las calizas laterales había cuevas. La señora contestó afirmativamente, indicándoles el lugar aproximado de las mismas. Regresaron el siguiente domingo 8 de junio con el material adecuado para examinar la pequeña cueva, de unos 13 metros de longitud y 2 de anchura. Mientras se disponían a hacer una cata a la izquierda de la entrada, Rafael se fijó en un pequeño agujero situado en la parte derecha de esa entrada, de donde observó que salía aire frío.
Observaron un pequeño hueco taponado con pedruscos, que fueron quitando, hasta que pudieron abrir el espacio suficiente para poder arrastrarse por él. Penetraron con mucha dificultad, y tras haber recorrido unos 20 metros pudieron ponerse en pie. Explorada la primera parte de la cueva y habiendo visto colorante en las paredes, Rezábal descubrió el panel de los caballos (Zaldei). La emoción que sintieron les impidió continuar prospectando la cueva. Así es que decidieron salir.
Aquella misma tarde comunicaron el hallazgo a José Miguel de Barandiarán, que venía dirigiendo excavaciones arqueológicas en el País Vasco desde 1916, y a Jesús Altuna, Director del Departamento de Prehistoria de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
La cueva no tenía nombre y se le aplicó el topónimo de la colina en la que estaba situada: Ekain. A las tres semanas ambos investigadores iniciaban el primer estudio del santuario, estudio que se publicó a finales de 1969. Al mismo tiempo llevaron a cabo en el vestíbulo de la cueva la calicata. Esta calicata dio resultado positivo, mostrando la existencia de un yacimiento prehistórico, que fue excavado entre 1969 y 1975 a lo largo de 6 campañas de excavaciones.
Situación geográfica
La cueva de Ekain está situada en la ladera oriental de la colina del mismo nombre, en término jurisdiccional de Deba, si bien a sólo kilómetro y medio del casco urbano de Zestoa. La colina está limitada por los torrentes de Goltzibar y Beliosoerreka, que se unen precisamente delante de la boca de la cueva para formar la regata de Sastarrain.
La presencia de agua en las inmediaciones y la orientación favorable de la cueva hacían de ella un lugar propicio para que los grupos humanos del Paleolítico la ocupasen. La situación de la cueva era excelente para la práctica de la caza al ojeo. Las batidas conducían a los animales valle abajo, donde podían ser capturados mediante trampas arrojadizas. Está situada en el valle de Goltzibar, entre las estribaciones de Erlo y Agiro.
La cueva y sus imágenes
Es uno de los yacimientos más grandes y ricos en arte rupestre de todo el País Vasco y uno de los mejores santuarios prehistóricos existentes del Magdaleniense; de hecho, es conocida por sus pinturas rupestres magdalenienses, y hay que subrayar su excepcional estado de conservación.
El número de figuras existentes es de 70, 64 pintadas y 6 grabadas. Algunas figuras son simples siluetas en negro; otras, en rojo, y otras pintadas con tintas planas, tanto negras como ocres. El caballo es la figura más representada. Su conjunto ecuestre es uno de los más bellos y ricos del arte franco-cántabro, y es considerado como el mejor lienzo de pared en su categoría. Además hay otras figuras de animales en Ekain: una cierva, dos bisontes y una pequeña cabra.
La cueva se divide en diferentes galerías, que han sido nombradas en función de las figuras que albergan: Erdibide, Auntzei, Erdialde, Zaldei, Artzei y Azkenzaldei.
Erdibide
La entrada de la cueva, cuando ésta fue descubierta, era una abertura en forma de arco rebajado, de 1,20 m de altura y 2,30 de anchura en la base. El acceso del pintor magdaleniense al interior de la cueva era dificultoso. Después de atravesar una primera zona angosta, la bóveda se eleva. Es en este punto donde el hombre prehistórico podía incorporarse y seguir caminando de pie el resto de la cueva. A continuación arranca una galería estrecha de suelo estalagmítico, ascendente, fácil de recorrer. Esta galería recibió el nombre de Erdibide, camino central. A los seis metros de su comienzo se encuentra la primera figura de la cueva, consistente en un simple trazo de pintura negra. Sin embargo, la primera figura propiamente dicha es una gran cabeza de caballo, la mayor cabeza existente en la cueva. Esta gran cabeza está situada en un lugar estratégico de la cueva, en la entrada de la sala Erdialde, en el campo visual de un gran bloque rocoso que semeja la cabeza de un caballo. Parece indicar que esta cueva está dedicada al caballo.
Auntzei
Auntzei, lugar de las cabras, es una galería ciega de unos 15 m de longitud y algo más de 2 de anchura. En esta galería hay 2 ciervos, 4 cabras y 1 salmón. Al fondo de la misma hay un gran hoyo de hibernación de osos de las cavernas y todos los salientes del muro están pulidos por el paso constante de estos.
Erdialde
Erdialde es un espacio de encuentro entre galerías y la zona más grande de la cueva, configurada por una sala y una galería. Su suelo presenta numerosos gours o depresiones formadas por la acción del agua. En el suelo de la galería hay numerosas oseras, una muestra del uso de la cavidad como lugar de hibernación de los osos. Entre la gran cantidad de manchas de color rojo que decoran sus paredes, destaca la figura de un caballo negro desproporcionado y del que sólo se trazó parcialmente su línea de contorno. Avanzando hacia Zaldei y en la parte central de la sala, un testigo de caliza presenta figuras de caballos y bisontes.
Zaldei
El bloque decorado de Erdialde da paso a una galería rectilínea, inicialmente curva y estrecha, que conduce al final de la cueva. El suelo, con numerosos gours, presenta una ligera pendiente ascendente. La mayoría de las representaciones artísticas de la cueva se encuentran en este sector. Destaca el numeroso conjunto de caballo representados, en muchos casos, a partir de una complejidad técnica elevada. En el panel de la izquierda, hay un grupo de 8 caballos, y 11 en el de la derecha.
Artzei
Hacia el fondo de la cueva y a escasos 15 metros de los paneles principales de caballos (Zaldei), en la pared izquierda y en una zona de techo bajo que obliga a agacharse, se localiza una composición de dos osos pardos. Los úrsidos son animales muy poco frecuentes en el bestiario paleolítico. Sin embargo hay numerosas evidencias de la presencia de estos animales feroces en Ekain, como oseras, zarpazos y huesos.
Azkenzaldei
Es una sala elíptica situada en la parte final de la cueva. Se llega tras avanzar 20 metros desde Artzei por un recorrido algo accidentado y ascendente. En la pared izquierda se pintaron y grabaron siete caballos mirando hacia la derecha, en dirección a la salida. Cada uno de los caballos es singular. Estas últimas figuras muestran la variedad de técnicas en la ejecución: dibujo negro, pintura roja, pintura negra, bicromía ...
Patrimonio mundial de la Humanidad
El 8 de julio de 2008 la UNESCO inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial tres cuevas vascas con arte paleolítico (40.000-12.000 años). Las cavidades de Ekain, Altxerri y Santimamiñe se suman al selecto grupo de sitios declarados Patrimonio Mundial, como Altamira y Atapuerca.
El arte rupestre paleolítico es una de las manifestaciones culturales más relevantes de la historia de la Humanidad. Además de por sus cualidades propiamente estéticas, desde un punto de vista histórico la importancia de este fenómeno deriva de su carácter representativo de una etapa crucial en la evolución humana: la aparición del Homo sapiens. Es por ello que estamos ante un bien cultural de primer orden, una auténtica obra maestra del genio creador humano, que a su gran calidad artística se une su naturaleza de testimonio excepcional de la historia de la civilización, dado que es la primera manifestación artística de la especie humana.
Ekain forma parte de un fenómeno global de las comunidades cazadoras-recolectoras-pescadoras que habitaron el SW de Europa durante el Paleolítico superior. Su valor universal y excepcional tuvo como criterios su consideración de obra de arte del genio creador humano y testimonio único, o al menos excepcional, de una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida. Su arte demuestra la diversidad cultural y el alto grado de integración social existentes en el SW de Europa en los compases finales de la última glaciación.